miércoles, 21 de mayo de 2008

Invocación del nombre de Jesús

Marcos 9, 38-40. Tiempo Ordinario. Cada uno puede hacer el bien de diferente manera, pero todos somos Iglesia.

Marcos 9, 38-40

En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos." Pero Jesús dijo: "No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está a nuestro favor."

Reflexión

Un personaje predicaba en nombre de Jesús y los apóstoles se lo querían impedir. Jesús simplemente les dice que lo dejen actuar. ¿Qué había en aquella persona, de la cual no sabemos ni el nombre, ni la edad? No sabemos nada de él y, sin embargo, realizó actos buenos. Era una persona sencilla común y corriente. Podemos comparar aquella persona con uno de nosotros. Un seglar convencido en difundir el reino de Cristo. Nosotros somos una pieza clave en la iglesia. Mas ahora en estos tiempos ser católico es luchar contra corriente, si lo queremos ser con autenticidad. Tratamos de serlo en nuestro corazón pero también hay que serlo en el exterior compartiendo con los demás las riquezas de nuestra fe.

Por eso hay que vivir atentos, con la mirada alerta para descubrir el bien que pueden hacer las personas a nuestro alrededor.

Cuando ves a un joven que ayuda a una pareja anciana en sus trabajos de casa, cuando una persona hace un favor sin esperar recompensa, cuando tú haces por los demás el bien evitando todo tipo de acto dañino para tu prójimo, entonces estarás seguro de estar haciendo lo que Cristo quiere y no impide a nadie: amar a los demás sin esperar ser amado sino solamente por Dios.

Esto es lo que Jesús quiere que hagamos todos los días. "Haz el bien y evita el mal", sí pero no se trata de evitar el mal, sino transformarlo por todo tipo de bienes para quien está más cercano de ti.

Tengamos en cuenta de que en el mundo hay muchos carismas, unos predican, otros enseñan..., pero todos actuamos con el mismo fin: la Iglesia. Cristo nos lo pide: "haz esto y vivirás".

Autor: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net